martes, 1 de diciembre de 2009

Abel Madariaga: “Hasta que me muera voy a buscar a mi hijo”

Por Pamela Argañaraz
Un sobreviviente prestó testimonio en la Sociedad de Fomento “José Hernández” de Florida. Abel Pedro Madariaga, secretario de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, relató la desaparición de su compañera Silvia Mónica Quintela, embarazada de cuatro meses, el 17 de enero de 1977.
Testigo directo del hecho, Madariaga contó cómo fue la mañana en que Silvia fue rodeada por un grupo de tareas que la secuestró. Hizo referencia, además, al procedimiento que los represores realizaron esa misma tarde en la casa de Luisa Quintela, madre de Silvia.
Exiliado en Suecia en 1980, Madariaga vivió luego en México y regresó temporalmente a la Argentina en 1983. Por entonces, se entrevistó con Beatriz Castiglione, sobreviviente de Campo de Mayo, para que le aporte datos sobre el destino de Silvia. Ambas compartieron el cautiverio junto con otras embarazadas.
“Cuando hablé con Beatriz le pedí que me describiera físicamente a Silvia”, señaló Madariaga, “sus descripciones me convencían”. Cabe destacar que Castiglione, en su declaración en este juicio oral, recordó a Silvia por su seudónimo en el centro clandestino: María, la joven que era doctora.
Por sus encuentros con “Cacho” Scarpati en España, Madariaga confirmó que Silvia estuvo secuestrada en Campo de Mayo y que a fines de julio de 1977 tuvo un varón por cesárea que poco después le sería arrebatado.
Madariaga explicó que los procedimientos llevados a cabo en la búsqueda de Silvia, mientras él estuvo exiliado, fueron realizados con la ayuda de la madre de ella, Luisa. Afirmó que tener un hijo en cautiverio es “una forma de tortura” y que nunca abandonará la lucha y la búsqueda de su hijo.